lunes, 15 de julio de 2019

Viaje a Grecia: Mikonos, maravilloso Hotel Cavo Tagoo

En determinadas regiones de nuestro maltratado Mediterráneo lo han comprendido: los recursos turísticos del Mare Nostrum son inagotables e incomparables SI y sólo SI se actúa con altura de miras y sensibilidad.

Lo han comprendido en Croacia, donde se posicionan como una zona donde se respeta la naturaleza y el carácter más sagrado de nuestro mar, donde se ofrece "el Mediterráneo tal como era". Eso sí que es inteligencia, eso sí que es previsión. No faltarán en Croacia infinidad de turistas ávidos de un turismo de calidad, respetuoso con el medio ambiente y el legado histórico, playas limpias y muy ligeramente urbanizadas... Enhorabuena a las autoridades croatas. Eso sí que es construir futuro y porvenir.

También en otras partes del Mediterráneose se va comprendiendo. Señores, hay que tratar los bellos paisajes, las bellas playas, los bellos rincones con ABSOLUTA DEVOCIÓN, con ABSOLUTO RESPETO, con ABSOLUTO MIMO. O bien se hace así o al final se posiciona uno ofreciendo "cachondeo, masificación y jarana" porque ya no se tiene más remedio y ya no se puede ofrecer otra cosa.

En la mítica Grecia se va consolidando una maravillosa tradición en la que renombrados arquitectos de una exquisita sensibilidad plasman sus creaciones, que luego se convierten en espléndidos hoteles, por ejemplo. Hoteles magníficamente integrados en el paisaje, que lo acarician, que lo subliman, como un arte supremo al que las aguas, las rocas, el espíritu de la tierra acogen con amor.

Como un ejemplo paradigmático de lo dicho baste con citar el incomparable Hotel Cavo Tagoo, en Chora de Mikonos, en las Islas Cícladas (Grecia). El arquitecto Paris Liakos es el artífice de esta exquisita maravilla arquitectónica, que adquirió y transformó totalmente, con un resultado difícilmente igualable. No en vano a raíz de esta obra obtuvo el Premio de Arquitectura Aplicada y Diseño de la Región de las Cícladas y el mar Egeo.

Lo que más llama la atención desde un primer momento es el perfecto maridaje del entorno y la construcción, su perfecta integración. Paris Liakos se inspiró en la estética de la isla griega para ensartar su joya delicadamente en su rinconcito de costa. De tal manera que los clientes del hotel tienen a su disposición como un elemento cotidiano y deslumbrante la quietud de las aguas. Al borde de ellas pueden desarrollar sus actividades habituales (charlar con los amigos o familia, descansar... o dedicar unos momentos a la contemplación a la que invita todo en el conjunto creado por Liakos).

Tal es el respeto hacia la naturaleza que el arquitecto ha mostrado en la remodelación del hotel que algunas habitaciones tienen por paredes la roca natural sobre la que está enclavado, la cual se ha potenciado como un atractivo más.

Hay una variedad de estancias donde elegir, desde habitaciones más sencillas hasta las llamadas "Golden Villas", con piscinas privadas y los horizontes bellamente azules del mar de las Cícladas.

El Hotel Cavo Tagoo cuenta también con un importante spa y con un sobresaliente restaurante, que cuenta con dos estrellas Michelín, dirigido por el renombrado Apostolos Trastelis.

Por todo lo dicho se puede concluir que el Hotel Cavo Tagoo, en Mikonos, es un ejemplo a seguir en otros muchos lugares de nuestro Mediterráneo. Modelo de respeto al paisaje y a las tradiciones arquitectónicas autóctonas. Modelo de respeto que apunta hacia un futuro viable y hermoso donde la palabra crisis no tiene cabida. Modelo de éxito, pleno de inteligencia y amor a la tierra, al planeta y al arte.

Para obtener más informaciones sobre este hotel se pueden consultar las webs www.cavotagoo.gr y www.turismogrecia.org